Una severa sordera de la voz de AC/DC amenaza la continuidad del grupo. Y no es el único. Los médicos alertan del volumen brutal
Estupor, zozobra y zumbido de oídos en la parroquia rockera ante el nuevo contratiempo encadenado por AC/DC: tras la retirada de Malcolm Young por demencia y los problemas con la ley del batería Phil Rudd, ahora la banda se ve obligada a posponer una decena de conciertos en Estados Unidos después de que los médicos hayan alertado al vocalista Brian Johnson de que en caso de seguir adelante con la gira puede quedarse completamente sordo.
No es en realidad algo que sorprenda, pues AC/DC pasan por ser una de las formaciones más inapelablemente estruendosas de la historia, siempre al límite de unos vúmetros a punto de reventar. Aunque esto sea innegable, el propio Brian culpa a su afición por las carreras de coches y los motores ruidosos más que a la música, lo cual, en última instancia, se resume en que en la vida del músico hay demasiado ruido en diferentes formas.
Y esto es algo que preocupa especialmente a la presidenta de la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cabeza y Cuello (SEORL-CC), María José Lavilla, quien alerta en declaraciones a ICON: «En esta sociedad moderna tenemos una nueva enfermedad emergente, el ruido, que deteriora las células del oído y provoca su pérdida en mayor o menor medida en función de dos factores: la intensidad y el tiempo de exposición».
Si escucho una canción a 95 decibelios no puedo estar más de 15 minutos. O si estamos en una discoteca, con unos 104 decibelios, no podríamos permanecer a esos niveles más de dos minutos
María José Lavilla, presidenta de la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología
Esto le lleva a recalcar que «no debemos exponernos a más de 80 decibelios durante ocho horas al día o 40 horas a la semana». Y plantea la necesidad de que este tipo de advertencias sean tan visibles como las del tabaquismo, por ejemplo, en los reproductores musicales. «No se pueden fabricar objetos que vayan en contra de la salud y esto hay que regularlo. Un reproductor no puede superar por ley 80 decibelios, que son los que aparecen al encenderlo. Y por eso al subirlo el aparato debe avisarnos de que estamos en un rango peligroso», apostilla Lavilla.
La también otorrinolaringólogo del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza avisa de que partiendo de esa cifra, por cada tres decibelios que subamos tenemos que reducir el tiempo de exposición a la mitad. «Si escucho una canción a 95 decibelios no puedo estar más de 15 minutos. O si estamos en una discoteca, con unos 104 decibelios, no podríamos permanecer a esos niveles más de dos minutos», informa.
En el caso de los músicos, la doctora destaca que pueden estar expuestos a niveles en torno a 120 decibelios, por lo que es inevitable que sea una «forma muy progresiva de producir daño». Y en el caso concreto de Brian Johnson, Lavilla no diferencia entre la música en vivo y los coches de carreras, puesto que al final es tan sencillo como que «ha estado expuesto a mucho ruido, sea donde sea». «Hay que dosificar el ruido al que te sometes y protegerte más», señala antes de sentenciar: «La prevención empieza desde ya».
La exposición al ruido, evidentemente, no es un problema único de las huestes de Angus Young -el grupo debe reaparecer el 7 de mayo en Lisboa y el 10 de mayo en Sevilla; ¿será con otro cantante?-. Muy al contrario, eso de subir el volumen al 11 con la intención última de «dinamitar al mundo real» es práctica común en un altísimo porcentaje de artistas que no asimilaron aquello de que las imprudencias se pagan cada vez más.
Así las cosas, repasamos una decena de músicos que padecen severos problemas auditivos derivados de una deformación profesional que les llevó a exponerse durante demasiado tiempo a demasiado volumen. Por lo general, con una pérdida de capacidad auditiva que se manifiesta también en forma de tinnitus o acúfenos, es decir, zumbidos y pitidos constantes, entre otros síntomas ciertamente molestos.
BRIAN JOHNSON (AC/DC)
Brian Johnson (68 años) llegó a AC/DC en 1980 para sustituir al malogrado Bon Scott. Desde entonces, centenares de conciertos a volumen brutal, aderezados en su tiempo libre con su conocida afición por los coches de gran cilindrada, no demasiado silenciosos tampoco. De hecho, ya hace un par de años el vocalista confesó a Howard Stern que fue consciente de sus problemas tras una carrera en la que se olvidó de ponerse los tapones en unos oídos que terminaron ensangrentados tras sentir un martilleo insoportable. No hacer el caso debido desde el primer momento le ha llevado a esta encrucijada vital, resumida con no poco mal fario en el título del último trabajo de AC/DC: Rock or bust (Rock o nada)
LARS ULRICH Y JAMES HETFIELD (METALLICA)
El batería de Metallica, Lars Ulrich, empezó con 28 años a despertarse por la noche pensando que se había dejado la televisión encendida. Pero no: era un zumbido permanente que tenía en sus oídos. Su compañero de grupo, el vocalista y guitarrista James Hetfield, también padece tinnitus como consecuencia del vigor atronador de sus conciertos, así como de su afición por las armas.
JOSELE SANTIAGO
Hace ya más de una década que el vocalista y guitarrista Josele Santiago se quedó sordo del oído derecho después de años de exposición constante al volumen inmisericorde de los conciertos de su banda, Los Enemigos. «Lo llevo con resignación. Hay gente que está peor. Yo no oigo por una oreja… ya ves tú, qué tragedia. Tengo que hacer más esfuerzos de lo normal, pero me pongo el amplificador a la izquierda y ya está. El otro oído va perfecto», explicó con su habitual sorna en una entrevista con EL PAÍS en 2008.
PHIL COLLINS
Phil Collins (65 años) anunció en 2011 que dejaba la música por los persistentes problemas de salud que le impedían continuar cantando y componiendo. En una entrevista con la revista People, el cantante y batería señaló: «Una carrera de más de 40 años en la música me ha generado diversos problemas médicos, como la pérdida de capacidad auditiva, una vértebra dislocada y daños nerviosos». En cualquier caso, cinco años después ya ha vuelto a los escenarios. Hasta que el cuerpo aguante…
PETE TOWNSHEND (THE WHO)
El guitarrista de The Who es posiblemente el más conocido sordo del rock, como él mismo ha relatado en diversas entrevistas. Conocido por un salvajismo escénico, que incluía destrucción de instrumentos a mamporros, resulta curioso que Townshend, de 70 años, culpe a los audífonos que los músicos utilizan en los estudios de grabación, así como a los nuevos reproductores musicales. «Mi intuición me dice que quienes usen iPods van a tener problemas», alertó en un post en su web en 2006.
PULPUL (SKA-P)
En noviembre del pasado año, el cantante y guitarrista de Ska-P, Pulpul, difundía un comunicado desesperado en el que explicaba sus problemas, pedía ayuda para tratarse e intentaba alertar desde su experiencia: «Espero que me podáis comprender, hace más de 20 años que no estoy en silencio y lo peor es que el ejército de grillos crece en número según pasa el tiempo. Sé que muchos músicos sufren de tinnitus y siguen adelante porque nuestra vida sin música es una vida vacía, pero es que yo hice lo mismo y esto ha ido a peor: tened mucho cuidado, proteged vuestros oídos todo lo que podáis».
NOEL GALLAGHER (OASIS)
El ex-Oasis declaró lo siguiente al NME en febrero de 2013 respecto a sus problemas auditivos, que le tenían un tanto preocupado, aunque no consiguieron hacerle perder su apocalíptico sentido del humor: ?Fui a hacerme un scanner de cerebro y lo encontraron. Tenía un raro zumbido en mis oídos. Creo que es por tocar la guitarra en los últimos 20 años. Pero me lo he pasado tan bien dedicándome a esto que, si muero por una enfermedad cerebral, habrá valido la pena?.
CHRIS MARTIN (COLDPLAY)
Otro que tiene un problema similar al de Noel es el líder de Coldplay, Chris Martin, según él mismo reveló en una entrevista en 2012 de la que se hicieron eco medios musicales de todo el mundo: «Desgraciadamente, cuidar de los oídos es algo en lo que uno no piensa hasta que tiene un problema. Me hubiera gustado haberlo tenido en cuenta antes. Ahora, en los conciertos todos usamos tapones auditivos hechos a medida o auriculares para monitorizar el sonido. Desde que he comenzado a proteger mis oídos mi condición no ha empeorado. Toco madera».
ERIC CLAPTON
Otro ilustre con problemas de audición es Eric Clapton, quien en 2006 reveló que sus oídos estaban «arruinados», por lo que si se queda en silencio, percibe un «silbido constante» en su cabeza. ?Probablemente, toqué frente a altavoces con más de 100 vatios de potencia. Fue una locura?, reconoció el músico, que actualmente tiene 70 años y lleva ya como poco una década conviviendo con el dichoso tinnitus.
ANTHONY KIEDIS (RED HOT CHILI PEPPERS)
El cantante de Red Hot Chili Peppers cuenta todo tipo de historias en su autobiografía Scar tissue, en la que también recuerda cómo fue consciente de que padecía tinnitus una noche tras un concierto en 1993: «Aquel día fue el comienzo de mi batalla con el tinnitus. Chad [Smith, el batería] y yo nos abrazamos en el camerino y nos dimos cuenta de que nuestros oídos estaban pitando. Al final de aquel tour tenía un daño auditivo permanente, algo que, desafortunadamente, es muy difícil de curar».
Fuente: El Pais